sábado, 11 de junio de 2011

pensamientos sin flores

Ayer paseaba por la calle y oí a una chica que le decía a un chico "no pienso comentarte lo que estoy a punto de decirte".Estuve un buen rato con esa frase en la cabeza. ¿Se puede querer llamar más la atención a alguien con una frase diferente? NO. Creo que es la superfrase. Cualquier respuesta enturbiaria la superfrase.
Mi cerebro enredón empezó a imaginarse millones de respuestas de él, más absurdas si caben, que la pregunta.

Luego al doblar la esquina, veo debajo de un balcón a una señora resguardándose de la tormenta que caía y en los brazos llevaba el perro más blanco y más bien peinado que jamás he visto....pero....es que llovía mucho, mucho, mucho... A mi, cuando llueve mucho, el pelo me queda muy mal, y ¿a ese perro, no?. ¿Qué clase de perro era?. ¿Qué champú utilizaba? ¿Era un perro?...

Normalmente, cuando estamos en momentos emocionales muy intensos solemos quedarnos atrapados en detalles insignificantes que son como pequeñas válvulas de escape que permiten traer una dosis de realidad a la contundencia/voladura que se está viviendo. Y muchas veces nos permiten escapar por unos minutos de tanto locura y darnos cuenta que todavía nos queda algo de cordura.

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