Cristina mira a su alrededor. Todo le parece que está bien colocado, bien ubicado.
Imatge feta per Mi Kee |
Se sienta en la cama y se despereza. El jersey es tan grande que no se mueve ni un centímetro en su cuerpo.
—Saben si quieren estar acompañados o en soledad, qué leer, qué escuchar, qué ver, saben que el trabajo que hacen es el que quieren hacer o si no se conforman con desempeñar el propio. Sonríen y se dejan llevar —sigue pensando—.
Se levanta de la cama y se va al baño. Se mira en el espejo. —No les entiendo. ¿A ver si yo vengo de otro planeta? —Se aparta del espejo y un mechón despeinado cruza por delante de su cara. Siente, entonces, un vacío profundo, denso e imposible de digerir.
—No me reconozco en los otros —dice en voz alta —.
En este momento es cuándo el sentimiento de soledad en Cristina se conviertae en espacial. Es cuando le entran las prisas por buscar, enganchándose a quien sea para que su visión de ella, su charla le de existencia. Las distancias toman significado entonces, porque todo está lejos de ella y por mucho que corra no va a conseguir nada. Es tal el deseo de compañía que éste no puede satisfacerse en un segundo,que es el tiempo que requiere esta necesidad tan abrumadora para ser colmada.
Necesidad irreal. No existe. Lo único que
hay es apego. Sólo está en su mente.
Se acerca a la ventana. —Hace
tanto viento que parece que tenga que salir volando —.
Cierra los ojos, suspira y piensa: no existo si no me miran. Soy una no vista.
Soy una HEATHER.
Heather, el brezo, es una de las tres
flores que Bach ubica en el grupo de la soledad. Son sólo 3: Impatiens, Water
violet y Heather.
No hay comentarios:
Publicar un comentario