miércoles, 12 de noviembre de 2014

maldito ego

-Que sííííí! que tiene su utilidad, como el miedo –me dice mi amiga Begoña mientras se hace una coleta–,sino ¿cómo huirías de un asesino?.

-Vale, eso lo entiendo –sigo pensando–  pero, ¿el ego?, ¿para qué sirve el ego?. Él me pone en aprietos, él se impone vencedor en todas aquellas ocasiones que no tiene lo que quiere, él se ocupa de mi ira, de mis miedos, y pone alarmas conectadas con el exterior que hace saltar cuándo menos te lo esperas, él alimenta mi karma, él se ríe mientras yo me olvido de que existe y soy consciente pasadas unas horas, él levanta el cetro del poder cada vez que yo bajo la guardia, él se crece con mis inseguridades y hace que no sea capaz de ver al otro, no veo, no veo, no veo, no veo el sufrimiento del que me reta, no veo el miedo del que me besa, no veo lo que necesitan los que tengo cerca, no veo su mirada de derrota, no veo como tiran la toalla, no les abrazo con mi amor y comprensión, les giro la cara mientras empiezo a llorar por todo lo que estoy a punto de perder. 

Él se ensalza cómo guardián de mí y atrae a aquellos que están igual o más egocéntricos que yo y cuándo dos personas se encuentran en el camino teniendo a su ego como protector nada fértil va a surgir. Empieza la competición aunque el dolor sea el móvil de la misma!!

Medito y hay momentos que la lucha es de titanes y a veces estoy tan cansada que le dejo ganar, pero no puedes permitirlo porque los intereses que cobra son muy altos.

Mi querido ego se que estás y oigo tus quejas pero no son fundadas. Yo sigo mi camino y quiero perseverar en no hacer, en fluir, en olvidarme del resultado, quiero vivir en paz y tú me complicas la vida gritando y pataleando como un niño pequeño y mal criado.

Mi querido ego esto que escribo te lo dedico. - No! Te equivocas – oigo dentro de mi–  Soy yo quien lo escribe. No compites, y menos contigo ¿recuerdas?.

Para todas aquellas personas de mi pasado a las que no supe atender, entender, alejarme de ellas a tiempo, permitir que hicieran su camino a solas. Para todas aquellas personas de mi presente que no he querido ver y que tampoco he querido entender en su proceso por estar apegada a mis carencias, a mi dolor, os pido perdón y os perdono por no haberme visto a mí y os doy las gracias por haberos conocido. Habéis enriquecido mi vida enseñándome y yo aprendiendo, aprendiendo, aprendiendo.

Si algún día mi ego quiere os lo diré personalmente.

En estos momentos y por vena HEATHER de Bach, para el no visto, y SUNFLOWER de FES, para a los que el ego les brilla más que el sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario